Existen diferentes enfermedades reumáticas que pueden generarnos dolor, molestias e incapacidad para llevar a cabo nuestra vida de forma normal, como la artritis, la artrosis o la gota.
Desde Centres Cruz Navarro, expertos en fisioterapia y rehabilitación en Barcelona, hoy te hablamos sobre la gota, sus causas y factores de riesgo, síntomas y efectos, diagnóstico, tratamiento y prevención.
¿Qué es la gota y quién puede padecerla?
La gota es una enfermedad reumática que se da por una acumulación de cristales microscópicos de ácido úrico en las articulaciones.
La gota es hasta 4 veces más frecuente en el sexo masculino que en el sexo femenino. Puede presentarse desde la adolescencia hasta la edad avanzada, si bien, suele afectar a hombres de 35 a 50 años.
Otras personas que pueden tener tendencia a padecerla son aquellas con obesidad, hipertensión arterial, que toman ciertos fármacos o que llevan una dieta alta en purinas (vísceras, mariscos, carne roja y alcohol).
Causas de la gota
En condiciones normales, el ácido úrico que se introduce mediante la dieta y el que se produce por reacciones bioquímicas es igual al que se elimina, en mayor medida, por la orina.
Sin embargo, cuando la cantidad de ácido úrico ingerida es mayor a la eliminada, esta se acumula, pasa a la sangre y precipita en forma de cristales, sobre todo en las articulaciones.
Síntomas y efectos
La gota se manifiesta en ataques bruscos de dolor intenso en las articulaciones afectadas, así como hinchazón. Estos episodios suelen repetirse y en ocasiones, además de las articulaciones de pies, tobillos, rodillas o muñecas, pueden inflamarse las bolsas sinoviales y los tendones.
Si se deja evolucionar la enfermedad sin tratamiento, puede afectar a varias articulaciones, incapacitando de modo importante al paciente. Además, en fases avanzadas aparecen acumulaciones palpables como nódulos duros, denominados tofos.
Adicionalmente a sus efectos a nivel músculo-esquelético, la gota puede afectar también a los riñones y generar cólicos nefríticos.
Diagnóstico, tratamiento y prevención de la gota
Más allá de la valoración de la sintomatología referida por el paciente y una exploración física, el profesional sanitario solicitará conocer los niveles de ácido úrico en el organismo y una posible acumulación de él.
Para ello, se requerirá una analítica (se determina que existe hiperuricemia si los niveles de ácido úrico son mayores a 7 mg/dl) y una extracción de líquido de la articulación para comprobar si hay cristales.
En lo referente al tratamiento, además de hacer un cambio de dieta y administrar antiinflamatorios no esteroideos, la fisioterapia puede ser muy beneficiosa.
En este aspecto, la fisioterapia para tratar la gota se centrará en disminuir los síntomas y evitar la aparición de secuelas. Algunas de las técnicas para conseguirlo son las siguientes:
- Movilizaciones activas y pasivas.
- Crioterapia.
- Electroterapia para estimular a nivel muscular.
- Ejercicio suave y moderado.
- Estiramientos.
- Automasajes y masajes suaves.
- Terapia manual.
Sobre la prevención de la gota, es fundamental recordar que su causa principal es una dieta inadecuada, por lo que se deberá evitar un exceso de los alimentos mencionados. Asimismo, se deberán evitar los factores de riesgo asociados y hacer ejercicio regular y moderado.
Ahora ya sabéis acerca de la gota y cómo actuar ante ella. Si deseas saber más acerca de cómo cuidarte o quieres consultarnos tu caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros sin compromiso.