El dolor anterior de rodilla es un término genérico que abarca una amplia gama de condiciones significativamente diferentes y que producen dolor alrededor o detrás de la rótula. El 25% de la población se ve afectado, en algún momento, por esta afección. Especialmente, los deportistas, lo que la coloca como una de las principales causas de visita al fisioterapeuta. Es también un motivo del dolor crónico de rodilla de los adolescentes.
La rótula es un hueso triangular que se articula con fémur. Tanto la parte posterior de la rótula como el extremo del hueso del muslo (cóndilo femoral), en el cual la rótula se asienta, están cubiertos de cartílago. Este tejido conjuntivo blanquecino ayuda a reducir la fricción, facilita un movimiento suave y actúa como amortiguador.
La parte posterior de la rótula está dividida por una cresta vertical que corresponde a una ranura en el final del hueso del muslo. Aunque estas crestas encajan, en cierta medida, no son totalmente coincidentes. La rótula se mantiene en su lugar, en parte, por su estructura ósea y los tejidos blandos alrededor de la rodilla. Especialmente, por los músculos del muslo (cuádriceps) que la rodean y forman el tendón. Hay momentos en los que este engranaje falla. Normalmente, por el exceso de uso y desgaste, lo que puede derivar en un dolor anterior de rodilla.
Causas
Aunque las posibles causas no se conocen con absoluta seguridad, lo que sí parece claro es que la aparición del dolor está propiciado por el uso excesivo o indebido y la sobrecarga de las articulaciones. Más concretamente, entre los detonantes para sufrir esta afección, destacamos los siguientes:
- Uso excesivo de la rodilla, por ejemplo, en actividades deportivas.
- Reducción de la fuerza muscular en los abductores de la cadera y aducción excesiva de cadera, que altera la biomecánica.
- Problemas menores en la alineación de la rodilla.
- Problemas en los pies, como, por ejemplo, pies planos, aunque se discute si son causas o efectos.
- Repetidas lesiones menores en la rodilla, debidas al deporte o a la hipermovilidad.
Síntomas
Entre los síntomas derivados de esta dolencia, señalamos:
- Dolor debajo o alrededor de la rótula, especialmente, al subir y bajar escaleras, arrodillado y en cuclillas.
- Ruidos y crujidos.
- Dolor después de mantener una posición sentada durante un período de tiempo prolongado.
- Hinchazón.
Deportes en los que más se sufre este tipo de molestias
La rodilla es una articulación que permite que la pierna se mueva hacia arriba y abajo, así como la rotación en cierta medida. También se usa para la mayoría de las actividades deportivas. Por eso, este tipo de dolor puede interferir en la práctica de deportes, como los siguientes:
- Ciclismo.
- Tenis.
- Fútbol.
- Baloncesto.
También puede dificultar actividades repetitivas, como:
- Correr.
- Montar en bicicleta.
- Escalar.
- Ejercicios aeróbicos.
- Incluso subir escaleras puede convertirse en un problema.
Tratamiento del dolor de rodilla
El tratamiento del dolor de rodilla es bastante sencillo, siendo el descanso el método más inmediato, seguido de la visita y consejo de un fisioterapeuta.
Descansar da a los tejidos tiempo para que se reparen. Después puede ser necesario desarrollar una nueva rutina de entrenamiento para evitar que vuelva a ocurrir la misma lesión.
La ayuda de un simple vendaje de soporte en la zona afectada también puede facilitar la curación, ya que se proporciona apoyo adicional a los músculos que rodean la rótula.
Conclusión: acudir al fisioterapeuta
Cuando notamos molestias de este tipo, no debemos dudar y tenemos que pedir cita, inmediatamente, en un centro especializado, para obtener una valoración previa. Esa es la mejor forma de prevenir agravamientos y atajar, de raíz y rápidamente, el problema del dolor anterior de rodilla.