El desgaste de los cartílagos puede dar lugar a una variedad de patologías, así como dolor y limitaciones en la práctica de deporte o movimientos cotidianos. Puede llegar a influir en tu calidad de vida de forma severa.
Los cartílagos son esenciales para tus huesos y articulaciones. En cada cartílago hay una bolsa de líquido sinovial, el cual es viscoso, transparente o de color amarillento, que forma una película en la cara interna de la cápsula articular. Su función principal es reducir la fricción lubricando la articulación, absorbiendo los golpes del impacto en un ejercicio, aportando oxígeno y nutrientes a los condrocitos (las células que conforman el cartílago). Cualquier dolor articular o inflamatorio está relacionado, de una forma u otra, con el cartílago o el líquido sinovial.
De hecho, el dolor de articulaciones se considera un problema de salud que afecta a personas de edad avanzada al verse más desgastadas con el paso del tiempo. Sin embargo, puede afectar a cualquier persona. Los deportistas y atletas, en particular, están más predispuestos a padecer dolor articular por el gran impacto que realizan sobre los mismos. También, tras procesos infecciosos o determinados virus pueden provocar dolor en articulaciones.
Alimentación para los cartílagos
Lo importante es aportar los nutrientes necesarios para disminuir la inflamación que esté produciendo nuestro intenso dolor. También, es importante que el alimento ayude a regenerar el mismo cartílago.
- El ajo, los puerros y las cebollas. Todos contienen un compuestos azufrados, muy poderosos por ser antiinflamatorios y analgésicos contra el dolor intenso. Además, dan sabor a nuestras comidas para que podamos prescindir de la sal (el consumo de altos niveles de de sodio se ha relacionado con la artritis).
- Manzana. Contiene una gran cantidad en vitamina C, una vitamina muy antioxidante. También quercetina, que ayuda a sintetizar colágeno, un componente principal del cartílago. Por tanto, es una fruta deliciosa que ayuda a cuidar nuestra piel, cartílagos y huesos.
- Almendras. Estos frutos secos son ricos en ácidos grasos omega 3, vitamina E y manganeso. Sabemos que el omega 3 reduce la inflamación y que la vitamina E es un antioxidante que protege a nuestras células del daño de los radicales libres. El manganeso ayuda a que la glucosamina funcione más rápido y de una forma más efectiva al reparar nuestras articulaciones dañadas. Además, son ricas en un aminoácido denominado lisina, también nos ayudará a regenerar los cartílagos.
- Semillas de chía. Son una excelente fuente de ácidos grasos omega 3 y aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para reparar cartílagos dañados y otras estructuras como ligamentos y músculos.
- Legumbres. Son una opción alimenticia muy efectiva por sus propiedades antiinflamatorias. Además, el contenido proteico de las legumbres es fundamental para reponer el colágeno necesario para reconstruir el cartílago, junto a las altas concentraciones de lisina que contienen. Las judías blancas o pintas, los guisantes y los cacahuetes se consideran legumbres. Tomemos, al menos, dos o tres raciones por semana.
- Cartílago de tiburón. Por lo general, este alimento se encuentra en forma de suplemento nutricional. Se considera uno de los remedios naturales más conocidos para poder prevenir la artritis, reuma, osteoporosis y artrosis, ya que cuenta con altos niveles en calcio para formar y mantener las estructuras osteocartilaginosas. Además, puede potenciar nuestro sistema inmunitario, ayudando a regular la inflamación.
Ya seas una persona joven o de edad avanzada, debes tomar las medidas adecuadas para garantizar que tus articulaciones se mantengan siempre en forma. Ante cualquier síntoma, acude a tu profesional para que te asesore y diagnostique la causa. También, toma alimentos para los cartílagos, sin olvidar realizar ejercicios controlados que puedan fortalecer las articulaciones.