Una de las molestias más frecuentes durante el embarazo es la ciática, un dolor en la parte baja de la espalda que se puede extender a la cadera y piernas, lo cual resulta realmente molesto. ¿Por qué aparece? ¿Cómo aliviarla o evitar su aparición? Te damos todos los detalles.
La ciática es una comprensión de los nervios espinales (L4, L5 y S1) que forman el nervio ciático. Esa comprensión, en el embarazo (especialmente en su segunda mitad), resulta más probable puesto que el centro de gravedad se desplaza hacia delante debido al crecimiento de la barriga, provocando que la columna lumbar aumente su curvatura. Esto, unido a la forma de andar que se establece en esta época, provoca que el espacio entre los discos paravertebrales disminuya y se produzca un pinzamiento en las raíces del nervio ciático.
Síntomas de la ciática en el embarazo
- Hormigueo en la parte baja de la espalda.
- Adormecimiento de la ingle.
- Dolor intenso en la parte posterior del glúteo, muslo o pantorrilla.
- Debilidad en las piernas.
- Calambres o sensación de quemazón en las piernas.
- Dolor en la zona lumbar.
La evolución de estos síntomas es variable, pudiendo comenzar por los más leves (hormigueo o adormecimiento) y empeorar al realizar movimientos, caminar, sentarse… Por tanto, es recomendable acudir a un especialista en cuanto se sientan las primeras molestias.
Tratar la ciática en el embarazo
La fisioterapia es la opción para tratar los problemas de ciática en embarazadas, dado que sus tratamientos son no-invasivos y consiguen una reducción del dolor casi inmediata.
En fisioterapia, la forma más efectiva de tratar la ciática en embarazadas es mediante una combinación de:
- Tratamientos fisioterapéuticos. Nos ayudarán a eliminar el dolor y el resto de molestias. Estos tratamientos tendrán como fin relajar la musculatura de la región lumbar, la zona abdominal, los glúteos y la parte anterior del muslo. En este caso, la terapia con punción seca o el vendaje neuromuscular pueden ser de ayuda.
- Masaje descontracturante en la zona lumbar, glúteos y piernas.
- Estiramientos de la cadena posterior del cuerpo.
- Manipulaciones suaves (en caso de bloqueos).
- Reeducación postural mediante ejercicios específicos.
- Reposo.
Medidas para prevenir la ciática en el embarazo
Existen diversos hábitos que podemos seguir para intentar evitar la aparición de la ciática en el embarazo. De todas formas, lo recomendable siempre será acudir a un especialista (médico, fisioterapeuta) que nos indique las medidas a tomar en nuestro caso.
- Practicar ejercicio. Caminar, nadar o practicar yoga son prácticas muy útiles dado que contribuyen a reforzar los músculos abdominales y no suponen un gran impacto sobre las articulaciones.
- Controlar el peso. Cuanto más peso se gane, mayor será la comprensión del nervio ciático. Por eso, se deben seguir unas pautas de alimentación saludables, atendiendo siempre a las indicaciones del médico.
- Descansar. El descanso es fundamental para aliviar la presión que se ejerce sobre la zona lumbar, pero más importante es adoptar una postura correcta que permita esto. En este caso, si se duerme de lado, se puede poner una almohada entre las piernas. En cambio, si se duerme boca arriba, la almohada deberá ponerse debajo de las piernas.
- Posturas correctas. Los malos hábitos posturales son una de las causas más frecuentes de la aparición del dolor en espalda en el embarazo. Por tanto, se debe evitar estar sentada o de pie durante tiempos prolongados (hacer pausas para caminar unos metros y estirar el cuerpo), cruzar las piernas al sentarse o ir con la espalda encorvada al caminar o al permanecer sentado.
- Usar calzado adecuado. Tanto los tacones como el calzado plano son igual de perjudiciales para nuestra espalda, por lo que se debe optar por una altura entre los 3 y los 5 cm.