Cuando te sometes a cualquier intervención, es tan importante la propia operación como las semanas posteriores. En este periodo serán necesarios en la mayoría de los casos algunos cuidados que garanticen la total recuperación. Desde Centres Cruz Navarro, expertos en Rehabilitación en Barcelona te contamos en qué consiste la rehabilitación tras una ligamentoplastia, un paso esencial para volver a la normalidad.
¿Qué es una ligamentoplastia?
La ligamentoplastia es una intervención endoscópica para cambiar el ligamento cruzado anterior dañado por uno sano, que suele estar donado por el propio paciente.
La operación suele ser necesaria después de la rotura del ligamento cruzado anterior. Cuando esto ocurre, el paciente sentirá un gran dolor, además se inflamará la zona de la rodilla y se acumulará líquido en su interior. La lesión se puede producir por un esguince o hipertensión producida en una caída o en un movimiento brusco.
Esta operación es importante no solo para terminar con el dolor y devolver la estabilidad a la rodilla, sino también para evitar que se dañe el menisco y el cartílago.
La operación no es demasiado complicada y se realiza por artroscopia, que como ya hemos comentado es una clase de cirugía endoscópica. Es mínimamente invasiva y además es bastante rápida. Lo primero que se hace es extraer un ligamento sano al paciente y después se cambia por el ligamento dañado.
Una vez que se ha realizado la intervención, comenzará el proceso para rehabilitar la zona. Durante un tiempo tendrá que utilizar muletas, para no apoyar la pierna intervenida.
En algunos casos, durante los primeros quince días al pacientes se le aplica un tratamiento inyectable para evitar trombosis venosas. Lo habitual es que en un mes y medio el paciente pueda volver a su rutina. Eso sí, para hacer deporte tendrá que esperar más tiempo.
Por supuesto, más allá de lo comentado, cada paciente es distinto y por eso los tiempos de recuperación no serán los mismos. Así que es importante prestar atención a todas las indicaciones del cirujano. Además, la rehabilitación tras una ligamentoplastia es esencial para mejorar el proceso, algo de lo que se ocupará un fisioterapeuta.
¿Cómo es la rehabilitación tras una ligamentoplastia?
Durante las dos primeras semanas después de la intervención se intentará bajar la inflamación y el edema. Para conseguirlo, se trabajan algunos movimientos de rodilla y tobillo.
Además de los ejercicios que se realizarán en consulta, en esta fase del proceso rehabilitador de la ligamentoplastia también será necesario realizar algunos cuidados en el hogar. No solo hacer algunos ejercicios, sino aplicar hielo varias veces al día de forma indirecta en la zona.
A partir de esas dos semanas y hasta que se cumplan dos meses desde la intervención será necesario realizar nuevas acciones para recuperar la zona. Ten en cuenta que este tiempo coincidirá con la retirada de los puntos o de las grapas, por lo que ya habrá más libertad para trabajar la lesión.
El fisioterapeuta buscará que la zona vaya ganando movilidad y que también recupere la fuerza pérdida. Lo habitual es que las muletas se retiren en algún momento entre la tercera semana después de la operación y la sexta. Muchos pacientes pueden volver a conducir después del primer mes.
Será importante en esta segunda fase visitar al fisioterapeuta cuando se ha acordado y también realizar los ejercicios en casa que este profesional te paute. Resulta esencial aplicar frío una vez al día durante una media hora.
Después de los dos primeros meses, debe continuar la rehabilitación para conseguir que la zona esté fuerte. Puedes empezar a correr despacio si no hay dolor.
Las sesiones de fisioterapia serán esenciales y también seguir haciendo ejercicio en casa. Se calcula que entre el 4º y el 6º mes el proceso habrá terminado y se habrá conseguido la completa rehabilitación tras una ligamentoplastia.
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