El Síndrome de la Cintilla Iliotibial es una patología muy común entre los practicantes de running, actividad muy extendida hoy en día. La banda o cintilla iliotibial es el tendón plano que transcurre por la cara lateral del muslo y llega a la rodilla dando diferentes expansiones e insertándose en tubérculo de Gerdy de la tibia.
Tiene una función fundamental durante la zancada al correr dando estabilidad externa a la extremidad inferior. La fricción entre el borde posterior de la cintilla iliotibial y el reborde del epicóndilo femoral externo del fémur originan este síndrome.
El roce es máximo alrededor de los 30ºde flexión de la rodilla, por lo que puede molestar más con ritmos lentos, cuando la rodilla está más tiempo en ese arco de movimiento. Hay factores que pueden favorecer la aparición de este síndrome: alteraciones de la pisada, mala alineación de las extremidades inferiores y dísmetría, déficit de equilibrio, exceso de carga en los entrenamientos, carreras en pendiente, calzado inadecuado…
El diagnóstico es clínico: historia detallada + exploración física; no siendo necesarias, a priori, pruebas complementarias. La descripción del dolor es en la parte externa de la rodilla, que aumenta en los rodajes, de manera que a los 10-20 minutos de empezar el corredor se ve obligado a parar. Mejora en reposo, pero cuando el deportista vuelve a salir a correr, el dolor aparece en el mismo momento e incluso antes y suele ser más intenso.
La exploración física abarca una valoración global (columna lumbar, cadera, alineación extremidades inferiores, tobillo, pie, sistema visceral, sistema nervioso, desgaste del calzado, alimentación, puntos gatillo musculares…) y valoración local (tests específicos). Siempre haciendo diagnóstico diferencial con otras patologías de la rodilla que pueda dar sintomatología en la misma área de influencia.
El tratamiento pasa por reposo deportivo, evitando cualquier actividad que implique flexo-extensión de la rodilla, e iniciar cuanto antes el tratamiento rehabilitador en forma de electroterapia antiinflamatoria (ultrasonido, laserterapia, diatermia,…) y tratamiento de todas las alteraciones encontradas en la exploración progresando desde aspectos globales a locales. También debe valorarse el uso de un soporte plantar en casos indicados.