Llegan las vacaciones y con ellas el tiempo para poder hacer todo lo que nos gusta o al contrario, no hacer nada. Es por ello que sea cuál sea la situación, por un aumento de la actividad como por mayor sedentarismo, el verano no está exento de causar dolor de espalda. Desde Centros Cruz Navarro os explicamos las causas de estas dolencias y cómo evitarlas.
¿Por qué causas podemos sufrir de dolor de espalda en verano?
Hay múltiples razones por las que podemos sufrir de dolores de espalda en en verano. Por ejemplo, muchas personas que en su día a día no disponen de tiempo para realizar ejercicio se lanzan a practicarlo, a veces muy frecuentemente, sin estar preparadas.
Pero también sucede lo contrario. Personas acostumbradas a ejercicio físico frecuente, tienen en verano un parón que puede llevar a sufrir lesiones.
El hecho de cargar con más peso como equipajes, sombrillas de playa también contribuye a una mayor aparición de dolencias lumbares.
Siguiendo esta línea, el medio de transporte, la duración del viaje, dormir en lugares incómodos como asientos de avión etc., los cambios de cama y almohada o pasar largos períodos de tiempo en la misma postura son de los factores a tener más en cuenta.
Finalmente existen otros factores, que aunque nos pasen más desapercibidos tienen una gran incidencia en nuestra correcta higiene y salud postural. Por ejemplo, el sobre uso del móvil durante las vacaciones hace que nuestras cervicales y columna se resientan.
El mayor uso y potencia de los aires acondicionados también influye en los dolores de espalda, ya que la musculatura se contrae en señal de defensa contra el frío, de forma totalmente involuntaria, a veces durante largos períodos.
Además, las personas que en su día a día, tanto personal como laboral, sufren de fuertes episodios de estrés, generan mucha tensión acumulada, que una vez relajados, se manifiesta en forma de contracturas y demás dolencias.
Recomendaciones para evitar el dolor de espalda en verano
Desperézate, realiza estiramientos o practica yoga o pilates por las mañanas
Estas prácticas te ayudarán a estirar tu sistema muscoesquelético después de mantener una postura fija.
Si vas a estar mucho rato quieto, mantén una postura correcta
Si vas a estar sentado, tumbado o vas a caminar durante ratos prolongados, es importante que adoptes una postura correcta que no fuerce tus músculos y huesos.
Realiza paradas y cambia de postura
Si tienes un viaje largo, para cada poco para caminar, además de desentumedecer los músculos y huesos ayudará a la circulación.
Opta por ropa y calzado cómodos
En verano podemos pasar largos ratos caminando o de pie en una posición fija como esperar. Es por ello que es mejor evitar los tacones muy altos o los zapatos que no rocen o aprieten, puesto que fuerzan la postura, afectando no solo a los pies, si no también a la columna. De igual forma, la ropa holgada ayudará a la circulación.
Cuidado con el peso del equipaje
Muchas lesiones se dan por sobrecargar la columna, por lo que lo recomendable es optar por maletas de ruedas o distribuir el peso en distintos bultos. En el caso de tener que cogerlos, debemos doblar las rodillas en vez de flexionar la espalda.
Para caminatas largas, de ser posible, es recomendable llevar el menor peso posible.
Cuida tu dieta
Un factor que conlleva más incidencia del dolor de espalda es el peso corporal, por ejemplo la obesidad. El peso recae sobre la columna y también afecta a nuestra postura, así que en verano podemos aprovechar por empezar una dieta más fresca y equilibrada.
Realiza ejercicio moderado
Camina, nada o practica un deporte adecuado a tu estado físico cada día, todo ello fortalecerá los músculos.
Si precisas de más información sobre el dolor de espalda y cómo tratarlo, no dudes en contactar con nosotros.