La tendinitis es un problema muscular que consiste en la inflamación, irritación o hinchazón de los tendones. Las zonas más afectadas por esta dolencia suelen ser el codo, el talón, el hombro, la rodilla, la muñeca o el pulgar.
La tendinitis puede estar provocada por diversas causas. Entre las más frecuentes se encuentran:
- Lesiones derivadas de una intensa actividad deportiva. Los deportistas tienen una mayor tendencia a padecer tendinitis, especialmente si se realizan movimientos demasiado bruscos, si no se entrena en las condiciones adecuadas o se hace un mal uso del material deportivo.
- Sobrecargas musculares.
- Pérdida de la elasticidad a consecuencia de la edad y el envejecimiento, sobre todo si se ha trabajado en puestos que requieren de esfuerzos físicos durante muchos años.
- Enfermedades como la diabetes o la artritis reumatoide.
- La degeneración del tendón.
A la hora de detectar una tendinitis es muy importante ponerse en manos de expertos doctores o fisioterapeutas que asesorarán de forma profesional sobre cuál es el tratamiento a seguir. No obstante, se puede sospechar que se padece una tendinitis si se tiene alguno de los siguientes síntomas de la tendinitis:
- El principal síntoma de la tendinitis es la aparición de dolor en el tendón o en la proximidad de las articulaciones, especialmente en los hombros, las muñecas o las rodillas. Se trata de un dolor punzante y molesto que aparece al realizar algunos movimientos, principalmente de carácter mecánico. Este dolor se suele volver mucho más intenso por las noches.
- Otro de los síntomas de esta dolencia es el enrojecimiento de la piel en la zona afectada. Esta zona, además de verse enrojecida, desprenderá más calor de lo normal, provocando una sensación molesta y desagradable.
- La zona afectada suele presentar rigidez por la mañana, al acabar de despertar, dificultando su movimiento.
- Se trata de un dolor progresivo, muy fuerte al principio, pero que se va reduciendo conforme se realizan movimientos o actividades para volver a repuntar una vez se detiene o cesa la actividad.
Existen diferentes tipos de tendinitis en función de su localización y su evolución: la tendinitis común, la tenoperiostitis o entesitis, la miotendinitis, la tenosinovitis, la tendinitis nodular o la tenosinovitis estenosante. El fisioterapeuta es la persona encargada de diagnosticar cuál es el tipo de tendinitis que se da en cada caso para aplicar el tratamiento más adecuado.
Tratamiento para la tendinitis
A la hora de realizar un tratamiento para la tendinitis es muy importante ponerse en las manos de un buen fisioterapeuta que se encargue de realizar el diagnóstico y dictaminar el tratamiento más adecuado para cada caso particular, con el objetivo de conseguir una recuperación total de la forma más efectiva y en el menor tiempo posible.
Las sesiones de fisioterapia son un elemento clave a la hora de recuperarse de una tendinitis, ya que el fisioterapeuta practicará los ejercicios necesarios para conseguir estirar y fortalecer el tendón y los músculos que se hayan podido ver afectados y vuelvan a funcionar con total normalidad.
Además de las sesiones de fisioterapia, se puede complementar el tratamiento con la aplicación de frío y calor en la zona afectada o la inmovilización con una férula. Para aliviar el dolor, para las tendinitis más severas, puedes acudir al médico o a la farmacia para adquirir antiinflamatorios.
Es muy importante tratar a tiempo una tendinitis para evitar que empeore y puede acabar produciéndose la rotura del tendón.
Si se nota alguno de los síntomas que anteriormente explicamos y se piensa que se puede estar padeciendo una tendinitis, lo ideal es pedir una cita previa con un fisioterapeuta profesional para comenzar un tratamiento para la tendinitis y evitar la dolencia vaya a más. No dudes en contactar con nosotros.